Habana
Ya me dormí
en tu perfume,
en la espuma
de tu pecho líquido.
He soñado
en el sonido
de tu fosa de misterios,
en la antología de tus lágrimas,
las mías...
Ya he dormido en tu figura
en tu escoria
en tu regazo derritiéndose
con mis voces de monasterio.
Ya te soñé conmigo, en mi cama,
con toda La Habana que te suda.
XAVIER OQUENDO
Novato