Hay espinas que puedes sacudirte
echándoselas en las manos a Dios.
Hay heridas de espinas que puedes curar
si sabes perdonar de verdad.
Pero hay heridas que no podrás ya curar
con todo el amor de este mundo.
¡Olvídate de que existen!
Hermoso y cierto mensaje nos compartes hoy
amiga, gracias y feliz noche!!!
Valeria