Ingredientes (4 personas)
1 kilo de de pollo.
2 litros de agua.
100 gramos de cebolla.
1 zanahoria.
1 puerro.
125 gramos de pasta en fideo para sopa.
Cómo se elabora:
Limpiamos, troceamos e introducimos el pollo en una cazuela.
Limpiamos las hortalizas, las pelamos y las añadimos enteras a la cazuela junto con el pollo.
Cubrimos sobradamente con el agua (alrededor de 2 litros y medio de agua) y ponemos el conjunto a cocer durante 2 horas a fuego suave extrayendo la grasa de vez en cuando. Si lo cocinamos en olla a presión con 30 minutos de cocción será suficiente.
Retiramos el pollo antes de que se deshaga y lo desmigamos en parte para acompañar la sopa. El resto del pollo cocido podemos guardarlo para hacer unas croquetas.
Trituramos la zanahoria y el puerro; la cebolla la desechamos porque da demasiado sabor, colamos el caldo de pollo y agregamos las hortalizas trituradas y el fideo de sopa, junto con el pollo desmigado.
Dejamos que cueza el conjunto durante 10 minutos y ponemos a punto de sal.
Servimos caliente.
Comentario dietético
Las sopas son reconstituyentes y saciantes; los platos calientes sacian más que los que se toman templados o fríos. Entonan el estómago, son de fácil digestión y contribuyen a hidratar nuestro organismo. En el momento en que añadimos alimentos de origen animal, como en este caso el pollo, la sopa se enriquece en proteínas de alto valor nutritivo y otros nutrientes como el hierro que están presentes en la carne. Las verduras aportan a esta receta sobre todo minerales y vitaminas, si bien estas últimas se pierden en parte con la cocción. Como el pollo es una carne poco grasa y en la receta se indica que conviene desgrasar el caldo, se trata de un plato de bajo calórico, muy adecuado para todas las edades y, en especial, para quienes deben llevar a cabo una dieta de control de peso o de bajo contenido graso y para las personas mayores, a quienes con mucha frecuencia resulta difícil que consigan una adecuada hidratación.