Lamentablemente, la mayor parte el tiempo las personas no se limitan a "dar" o simplemente a "hacer". A menudo suelen pensar "¿qué voy a recibir yo a cambio?". Siempre estamos pensando en lo que vamos a obtener a cambio.
Hacer algo totalmente libre de interés propio es muy difícil para nosotros. Si no obtenemos a cambio exactamente lo que dimos, al menos queremos algún tipo de reconocimiento. Eso también es condicional, y el beneficio es temporal, insignificante. Debemos aspirar a cosas duraderas.
Lo único que debemos desear a cambio es nuestra propia Luz, nuestra propia realización. Eso significa que, si estás en una relación, simplemente da y no te preocupes por lo que obtienes a cambio. Cuando damos con todo nuestro corazón, la energía retornará a nosotros. No importa si el retorno viene de esa persona o de alguna otra. Debemos enfocarnos en el intercambio verdadero: el intercambio con la Luz del Creador.
Si queremos ser una vasija para la Luz tenemos que actuar como la Luz. Una forma de hacerlo es dando incondicionalmente. A menudo queremos dar con condiciones, pero queremos que los demás nos den incondicionalmente. El universo no funciona de esta forma. Si eres condicional, entonces acabarás con personas en tu vida que son condicionales.
Si andamos siempre buscando lo que obtendremos a cambio, estaremos construyendo un hogar para el caos. Si quieres construir un lugar para que la Luz brille, entonces da y suelta. Suelta tu deseo de lo que puedes recibir a cambio.
Tenemos que encontrar la fuerza para compartir en una sola dirección. Obviamente no podemos dar continuamente a alguien que nos hace nada a cambio, y promover el Pan de la Vergüenza. Pero en el transcurso normal de las cosas, abre tu corazón y da a los demás sin esperar un retorno. Si vuelve a ti de esas personas, estupendo.
Todos tenemos intereses propios. Y hemos pasado por vidas de entrenamiento para ocultarlos. Pero al hacerlo hemos creado una máscara que es la que queremos que vean los demás, en lugar de permitirles ver lo que realmente somos. Algunas personas han construido un caparazón de tortuga alrededor de sí mismas. Otras han construido una fina capa. Pero es difícil conectar entre nosotros a través de esas barreras.
Tenemos que compartir desde la esencia más profunda, descubierta y verdadera de nuestro yo.
Esto es de lo que trata esta semana. Sé honesto con tus deseos, tus opiniones, tu basura y tus dones. Puedes utilizar los 72 Nombres de Dios para imbuirte de los recursos para hacerlo. No es una tarea fácil, pero es vital para el proceso de este mes de hacer borrón y cuenta nueva.
No puedes limpiar la casa si no sabes lo que se esconde debajo de los muebles.
Todo lo mejor,
Yehudá
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