Para una persona organizada que sueña con lograr algo en su vida,
fijar sus metas tiene poca relevancia.
Todo el mundo quiere lograr algo, esto sí que es un hecho.
Si no establecemos metas, entonces es muy difícil distinguir
si cada uno de los movimientos que se han realizado,
nos han llevado al lugar que queríamos.
¿Te has imaginado la vida sin establecerte metas?
¿Te has sentido completo?
¿Quieres algo mejor para ti?
No importa la personalidad que se tenga, tú tienes metas.
Éstas marcan una línea divisoria entre lo que se desea conseguir
y ponerte en acción. No importa cuál sea el objetivo,
este puede ser financiero, familiar, salud, estudios o el trabajo.
Lo que sí importa es el proceso para llegar él.
¿Alguna vez te has subido a un autobús
sin saber a dónde querías ir?
¿Fuiste a un algún examen sin tener la más mínima idea
de cuál era la respuesta?
¿Levantaste el teléfono sin tener idea a quien ibas a llamar?
Esto es como si se trabajará sin saber que se va a esperar de él
o que tienes que hacer.
Para que se cosechen frutos del esfuerzo implementado,
se requiere previamente, decretar objetivos claros en tu mente.
Esta es una estrategia necesaria para materializar lo que deseas.
Las metas deben ser definidas y alcanzables.
El desafío se encuentra en cómo vas a gestionar esa estrategia
que te lleve a tu objetivo principal.
En general, los objetivos nos dan el espacio para medir el progreso
y apreciar cuanto hemos avanzado.
Si lo has cumplido parcialmente, puedes estar tranquilo
que la configuración de tu esquema está funcionando bien.
Los objetivos inspiran la creatividad de las personas.
Provoca buscar la unidad de ellos y moverse para realizarlos.
Cuando los objetivos son generales, a menudo,
se puede incurrir en un error, porque no se sabe a ciencia cierta,
a cuál de ellos se debe encarar primero.
Si el objetivo es preciso, es más fácil
ya que se puede tomar ciertas decisiones para concretarlo.
Además de escribirlos en un papel,
es importante que lo desees de corazón.
Es importante que te enfoques, lo especifiques, cuantifiques
y aclares en tu mente.
Las metas deben incluir una afirmación positiva de tu parte.
Una vez que te has focalizado en él,
debes pegarte a esa idea.
Si se te presentan obstáculos, supéralos
y siguen adelante con tu objetivo.
El poder de la mente combinada con la fuerza de voluntad
aumenta las posibilidades de concretar estos objetivos.
Este es un ingrediente esencial
para elaborar un plan de éxito en tu vida.
Ana Varik