El último informe de la entidad explica que el fenómeno, que ya lleva 10 días, "ha iniciado un proceso diferente, mostrando inestabilidad en el sistema" que se hacen evidentes por la actividad sísmica y la altura de la columna eruptiva.

Como consecuencia de esto la lluvia de cenizas se intensificó en el sur argentino, particularmente en las provincias de Neuquén y Río Negro.

Amplios sectores de las dos provincias se encuentran sin energía eléctrica y con las clases suspendidas. Las autoridades han advertido, además que al menos en los próximos dos días la magnitud de la caída de cenizas se mantendrá.

La región sur de ambas provincias amaneció este martes con un cielo gris producto del polvo volcánico procedente de Chile, por lo que las brigadas de reparticiones estatales y los pobladores acentuaron las tareas de despeje de techos, calles y veredas.

En tanto, en Villa la Angostura, al sur de Neuquén, casi el 90 por ciento de la población continuaba sin energía eléctrica, un problema que se prolonga desde el sábado último.

La empresa provincial que provee el servicio, EPEN, reforzó el personal en esa zona, al que se sumaron trabajadores municipales, con el objetivo de reparar el corte de un cable subterráneo y los aisladores que soportan el tendido, porque en muchos sectores se produjeron cortocircuitos cuando la ceniza se mojó con la lluvia. La actividad comercial se encuentra también prácticamente paralizada.

En localidades como Bariloche, Villa la Angostura y San Martín de los Andes no había hoy actividad escolar en la mayoría de los establecimientos.

En San Martín de los Andes, Defensa Civil y el Comité de Operaciones de Emergencia Municipal decidió ayer suspender las clases en las escuelas públicas de todos los niveles para martes y miércoles, ya que las privadas aseguraron disponer de las condiciones necesarias para evitar que los alumnos se expongan al polvo.