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General: LA FUERZA DE LA AMISTAD...
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Respuesta  Mensaje 1 de 4 en el tema 
De: meliara  (Mensaje original) Enviado: 18/07/2011 02:58
ME GUSTO ESTA REFLEXION DE UN LIBRO
La relevante importancia que tiene la Amistad en la vida de un ser humano me ha llevado a analizarla con más detenimiento que ninguna otra relación humana. En mis estudios acerca de tan apasionante tema práctico (ese “saber para actuar”) encontré que en la antigüedad la Amistad era considerada el más feliz y pleno de todos los amores humanos, llegaba a designarse como la coronación de la vida y una gran escuela de virtudes. Sin embargo, hoy en día es muy común ver que se le ignora, considerándola como una relación bastante al margen de la familia, como un sentimiento encargado solamente de llenar los ratos libres de la vida. De hecho, he llegado a escuchar de ciertas personas la siguiente afirmación: “La Amistad no existe”. Normalmente la he escuchado de adultos con una dinámica vital bastante aburrida y con rasgos de amargura en su diario acontecer. ¿Qué habrá empezado primero, su creencia de que la Amistad no existe o su amargura antisocial? Bueno, a decir verdad no importa mucho cuál empezó primero, porque una le lleva a la otra. Sin embargo, retomando nuestra reflexión, ese cambio tan drástico de la importancia que se le daba en el pasado a la Amistad y la que se le da hoy, creo que surge de una gran verdad: hoy en día ya son muy pocos los que admiran la Amistad porque son muy pocos los que la experimentan y aún menos los que creen que existe. Y como dice Francis Bacon, filósofo y político inglés: “No hay soledad más triste que la de un hombre sin amigos, sin los cuales el mundo es un desierto: quien sea incapaz de sentir amistad, tiene más de bestia que de hombre”.

Hace tiempo revisé la definición que da el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española acerca de Amistad, y dice: “Afecto personal, puro y desinteresado, ordinariamente recíproco, que nace y se fortalece con el trato”. ¡Vaya, vaya, vaya!, con esa definición me queda muy claro que es toda una escuela de virtudes. Si analizamos con detenimiento la definición, implica practicar un sinnúmero de valores propios del ser humano, conlleva un auténtico compromiso y, ante él, la designación de “amigo” es toda una condecoración, ¿no crees? De todos los amores del ser humano, la Amistad es el único que nos eleva por encima de toda la humanidad. La Amistad saca al hombre de la colectividad y de la mundanal perspectiva de lo común, y lo saca con tanta fuerza, ya que una de las características más enaltecedoras de la Amistad es la ‘selectividad’, ella implica un acto plenamente humano como es la libre elección. Y por ello afirmo que la verdadera felicidad que genera la Amistad no es la multitud de amigos, sino su valor y elección, por ello, recomiendo ser lento y dignamente exigente al escoger a un amigo, pero aún más lento para cambiarlo o alejarse de él, ya que he visto y vivido que los grandes afectos pueden soportar tormentas muy severas, mas nunca un largo período de indiferencia. La famosa postura orgullosa de: “...pues ¡ya no le voy a hablar!..., ...¡hasta aquí llegué con esta amistad!...,” puede generar distanciamientos muy largos, suele aparecer daño en ambos amigos, por la tontería de ¡sólo uno! Recuerdo ahora cuando alguien me preguntó al final de alguna de mis conferencias: “...Dr. Ariza, ¿Qué se debe hacer para volver a hablarle a un amigo a quien quiero, pero que ya ha pasado mucho tiempo de que nos peleamos y ya ni nos hablamos?...”. Mi respuesta fue muy concreta: - “Háblale ahora mismo”. Creo que la persona que me preguntó se esperaba una disertación como de 15 minutos para responder a su pregunta, pero preferí ser dramáticamente concreto; aunque segundos después, pensé: “...le diré algo más...” y agregué: “...mira, entre más tiempo dejes pasar de silencio, más grande se hará el abismo que se está formando entre ambos y cada minuto que pasa hará más difícil el reencuentro..., ...una gran maestra que tuve en mi prepa, la que me dio la clase de Lógica, me enseñó que no hay peor desprecio que el no aprecio...”. Y es verdad, mucha gente piensa que lo contrario al amor es el odio. Eso es falso. En el odio todavía se siente algo por la otra persona, precisamente odio, y ese odio es lo que los mantiene unidos. Pero cuando ya no se siente nada por la otra persona, literalmente “nada”, entonces sí ya no hay amor. Lo contrario al amor no es el odio, sino la indiferencia.

¿Te gustaría una recomendación para decirle algo sublime a un amigo, amiga? Pues hasta con una palabra basta, por ejemplo: “Quédate” ya que es una hermosa palabra en el vocabulario de un amigo. Y te recomiendo la uses de corazón cuando realmente sientas el deseo.

Analicemos esta frase: “No hay distancia en el espacio, ni lapso en el tiempo, que pueda disminuir la amistad de aquellos cuya convicción en el mutuo valor es total”. Es una frase de Robert Southey, escritor británico. Le juro que la he leído más de 200 veces, como 50 para entenderla y 150 para intentar aceptarla y, a momentos, me encantaría entablar una acalorada discusión con Mr. Robert. Yo creo firmemente que cuando dos amigos se alejan por mucho tiempo o espacio (pero “mucho”), forzosamente conocen nuevos valores, nuevas opciones que elegir, nuevos horizontes, y con ello cambia la intensidad del nexo tan bello que les unía. Empiezan a haber “nuevas prioridades”. Ahora viene a mi mente una frase que le escuché a mi amiga Adriana en alguna entrevista que le hice en radio, recuerdo que comentó algo así como: “...La Amistad no cumple con la ley de la Inercia...”. Me encantó entenderlo porque efectivamente la Amistad, ese afecto, disminuye cuando no lo empujamos, cuando no lo movemos, y entonces la emoción va en detrimento. Así mismo lo afirma Francesco Alberoni cuando dice que no existe reconocimiento ni amor ni amistad a plazo fijo. Las cosas sólo adquieren dignidad cuando tienen la intensión de durar, cuando proyectan vencer los desafíos del tiempo. Por eso, también el encuentro amistoso está señalado por el deseo de durar y conlleva, en potencia, la necesidad del reencuentro por ambas partes, por “ambos” amigos. Por esto y más, estoy convencido que una amistad noble es una obra maestra hecha a dúo.

Esa emoción que nos hace ser amigos, pienso que debe ser recíproca en el caso de la genuina Amistad. De tal suerte que cuando los dos son amigos, recuérdalo; pero si sólo tú eres el amigo, mejor olvídalo. Esa afirmación la leí en alguna parte hace años y no la pude olvidar, y es que a nadie nos gusta sentirnos “usados” por alguien, mucho menos por un amigo. ¿Te ha sucedido que te sientes usado por un alguien que se hace llamar amigo? Si tu respuesta es afirmativa, ¡detente a reflexionar en esa relación!. Es posible que tu amigo no sea uno auténtico, y luego esas decepciones son las que le hacen dudar de que exista la Amistad. Insisto, la Amistad sí existe, sólo que tú debes encontrarla (y ser) un auténtico amigo y no vivir engañado con el maquillaje de lo que aparenta esa autenticidad, ya sea en ti o en la otra persona. En este último caso, lo irónico es que el error también está en ti, al empeñarse en ver en alguien lo que no es. La Amistad sí existe, pero no necesaria y únicamente en quien tu quieres. Y si este año lo he dedicado a comunicar temas referentes a prosperidad y abundancia, pues hoy de paso esté citar a J. Collins, crítico literario inglés, cuando afirmó: “En la prosperidad nuestros amigos nos conocen; en la adversidad nosotros conocemos a nuestros amigos”.

La amistad implica una enorme -en magnitudes desmedidas- confianza, nace de la fe que hay entre dos personas. Es sublime la confianza profunda que llega a existir entre dos amigos verdaderos. Ese es uno de los más fuertes pilares que sostienen una Amistad. Construir ese pilar de confianza requiere de tiempo, y por ello son grandes amigos, los que llevan “mucho tiempo” confiando el uno en el otro. Es la razón de los famosos amigos de toda la vida. Esa confianza se fragua en los momentos de lealtad que desafiaron a los amigos en el transcurso del tiempo. Por ello, como dice Francesco Alberoni: “...en la Amistad, la distancia entre lo ideal y lo real debe ser corta; no podemos proclamar una cosa y hacer otra. Los pactos han de ser respetados y la confianza recompensada. La Amistad ha de ser leal, sincera y límpida. El amigo debe querer el bien del amigo no con palabras sino concretamente (“con hechos”), debe acompañarlo en los momentos de necesidad. En la Amistad no se puede engañar ni hacer el mal, hay que saber cuáles son las virtudes del otro y valorarlas. El amigo ha de ser abierto, lleno de vida, divertido, no debe aburrir ni abrumar, y tampoco ser demasiado generoso, exagerando con los regalos, puesto que si es así suscita la necesidad de correspondencia y reconocimiento, que resulta muy pesada. La amistad debe ser fresca, ligera, incluso cuando es heroica. La Amistad dice siempre, incluso delante de la muerte: ‘no hay de qué’....” –y F. Alberoni continúa afirmando- “El amigo es aquel que no tiene un comportamiento mezquino con nosotros. Si alguien a quien consideramos amigo nos da estocadas que nos fastidian, nos arruina la alegría del éxito (o no la comparte), o con sus observaciones nos coloca en una situación embarazosa, podemos estar seguros, diga lo que diga, de que no es nuestro amigo”. Por ello me atrevo a afirmar la trascendencia que tienen la confianza, la lealtad y el respeto en una legítima Amistad.

Esa auténtica Amistad implica una comunicación sin fronteras, una comunicación profunda, en donde se respetan los sentimientos mutuamente y, al mismo tiempo, nos podemos abrir y decir todo lo que sentimos. Es por ello que el hablar con un amigo resulta tan reconfortante para nuestra alma. La comunicación profunda que existe entre amigos es la que permite “conocernos tan bien” y ese conocimiento tiene sus privilegios y concesiones. Es lo que nos ubica como distinguidos en la vida de otra persona. Ese conocimiento es lo que hace un auténtico título nobiliario el llamarle a alguien “amigo”. Un verdadero amigo, JAMÁS habla mal de su amigo, ni siquiera en su presencia y, lógico, mucho menos en su ausencia. Cuando alguien está presente en una reunión en donde se está hablando mal de su amigo, debe tomar una de dos opciones: o lo defiende ante la responsabilidad que siente por la integridad y prestigio de su amigo, o bien, se retira sin participar de los comentarios. Aquel que se queda escuchando para luego irnos a contar lo sucedido, el que luego viene a trasmitirnos las perversidades que los demás dijeron de nosotros, no es nuestro amigo, es quien sutilmente conspira con quienes hablaron mal de nosotros al gozar mientras nos lo dice y aparenta su preocupación entretanto nos lo comenta. Eso no lo admite la genuina amistad. Reflexiona esto y dialoga acerca de ello con tu mejor amigo.

¡Caray!, tengo muchas cosas que comentar contigo al respecto de la Amistad. Sin embargo, creo que lo que he comentado hasta ahora es suficiente para generar un momento intenso y digno de estas fechas. El mundo existe sólo porque hay momentos intensos, momentos inolvidables donde vivimos la fuerza de una Amistad. Te invito, de todo corazón, a que no sólo busques a un amigo, sino que te lances decididamente a “ser un auténtico amigo”. No dejes pasar la oportunidad que te ofrece la vida para experimentar la fuerza de una Amistad. Es muy corto el tiempo que tenemos de vida y son tan sólo verdaderos instantes los que podemos vivir una Amistad. No aplaces esta dicha. Cree en la Amistad. ¡La Amistad sí existe! Sólo necesitas sintonizar con ella, siendo amigo. La Amistad sólo es un modelo de relación humana ideal que pide que se lo respete. Si ya vives ese ideal, agradéselo a tu amigo, incluso, de paso esté decir que la gratitud es la memoria del corazón, del corazón de un verdadero amigo, es un valor que genera nuevas amistades y mantiene la que ya hemos alcanzado. Tener un verdadero amigo y ser uno auténtico es otra razón más para conservar, y por mucho, tu....¡Emoción por Existir!

- Alejandro ArizA.



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Respuesta  Mensaje 2 de 4 en el tema 
De: lolilla52 Enviado: 18/07/2011 13:24
Te gustaría una recomendación para decirle algo sublime a un amigo, amiga? Pues hasta con una palabra basta, por ejemplo: “Quédate” ya que es una hermosa palabra en el vocabulario de un amigo. Y te recomiendo la uses de corazón cuando realmente sientas el deseo.
Muy buena reflexión,gracias Meli
Lola

Respuesta  Mensaje 3 de 4 en el tema 
De: IMANPRINCESS Enviado: 18/07/2011 23:03

Respuesta  Mensaje 4 de 4 en el tema 
De: lolilla52 Enviado: 19/07/2011 05:51


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