Como un lamento lejano resuena entre los peñascos la voz que se hace sollozo para decir su quebranto
Como el bramido del toro que ve la muerte a su paso; como el llanto de los niños que quedaron en el rancho; y como el venado herido que los perros van husmeando; así rasgó la saloma todos los montes y llanos y se fue hacia los confines como un lamento lejano.
Se encrespa entre los machetes que el ejido va limpiando; hace cabriolas y pasa con el viento por los árboles; abanica con sus sones todo el verdor de los pastos; se mece entre los ciruelos y las ramas del guayabo; y cuando baja hasta el río, resuena entre los peñascos.
Es estímulo en la junta; en el embarre, alborozo; clarinada de alegría en el tambor bullicioso. En las siembras de los campos es lenguaje entre los mozos. Y cuando el dolor les hinca su colmillo doloroso, se retuerce en su garganta la voz que se hace sollozo
Saloma . . .Saloma tienes Sabor amargo de llanto. . . Alegría pasajera en los momentos gozados; pero hay una honda tristeza en tu sonido quebrado: el dolor que hay en la vida del campesino olvidado que saloma adolorido para decir su quebranto