MUJER, DEPOSITO DE DIOS
Hágase la luz, Dios dijo, y la luz se hizo, Y al extender sus brazos sobre la tierra surgió la vida, Luego colgó en el lugar exacto la luna, el sol, las lumbreras.
Dio una orden y en el mar hubo seres vivientes; Los árboles uno a uno dieron fruto y las Flores se extendieron sobre la tierra como un manto de verde amor.
Al final de su tarea, Dios suspiró y se dijo: Aunque es hermoso, mi deseo no es manifestar mi amor en la creación.
Entonces tomó del polvo de la tierra, formando con sus manos Al primer varón, y de un soplo le dio aliento de vida; Y al ver a Adán caminar libre por el hermoso Edén, se dijo: Aunque me regocijo en él, éste no es aun la culminación de mi obra. Deseo crear un instrumento en el cual deposite yo, un afecto humano y divino, Divino y humano, que sea diferente a cualquier otro amor.
Y así, de la misma carne y hueso del varón, sacó El una criatura, a la cual llamó MUJER.
Y aunque depositó en ellos un sincero amor, Y se deleitaba de la felicidad que a Adán trajo Eva, Cobijándolos con su manto de bendición;
Aunque sabía que al unir sus cuerpos Adán amó profundamente a Eva Y Eva experimentó la mas tierna entrega; se dijo: Este no es tampoco, el amor divino y humano, humano y divino que deseo que conecte mi corazón y mi creación ….
Después de varios meses, Dios mismo sonó trompeta en el firmamento y Llamó a los ángeles del cielo, les dijo con gran júbilo:
Venid, todos mirad sobre la tierra, al fin el ser humano conocerá la Extrema belleza de ese amor humano y divino, divino y humano que no Se compara con ningún otro amor.
Por este amor tendrá una razón para vivir; sabrá perdonar y llorar de dicha, aprenderá a aceptar a los demás, tal como son aprenderá a orar y a confiar en mí
por este amor se entregará y se llenará de orgullo, por este amor, se sabrá frágil y poderoso a la vez Por este amor el hombre podrá ver dentro de sí algo de mí
Y todos, miraron emocionados hacia la tierra:
He aquí, Eva había dado a luz a su primer hijo, y una lágrima Rodaba por su mejilla, ella era el depósito del más sublime y entrañable amor.
Por fin la humanidad conoció un amor humano y divino, divino y humano Que nos conectó con Dios.
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