Ayuda a calmar el dolor
Para llevar a cabo este estudio, los investigadores dividieron a los voluntarios en dos grupos. El primero visualizó vídeos de humor durante 15 minutos, mientras que el segundo grupo vio programas neutrales. Tras esta primera fase, se les sometió a pruebas para valorar su umbral de tolerancia al dolor. El resultado fue que quienes se habían reído fueron capaces de resistir el dolor más que los voluntarios que habían visto proyecciones menos divertidas. Además, se detectaron diferencias de resultados entre la risa y las carcajadas.
Mientras que la risa simple y llana no tiene ningún efecto analgésico, las carcajadas, sí. Estas últimas liberan endorfinas que, según demuestra este experimento, además de generar un estado de euforia, calman el dolor. Un posible motivo, explican los científicos, sería el vaciamiento de aire de los pulmones que se da al realizar una carcajada.
La risa tiene efectos positivos sobre el sistema inmunológico: aumenta la producción de anticuerpos y activa las células protectoras
Con este estudio, y más allá de buscar nuevos tratamientos, los investigadores quieren explorar el papel de la risa en la fundación de las sociedades humanas hace dos millones de años, un aspecto que se estudia desde hace mucho tiempo. El siguiente paso será corroborar si reír, por sí mismo, hace más fácil que los grupos se unan, trabajen mejor en equipo y sean más generosos. Si fuera el caso, estos resultados podrían explicar por qué los primeros seres humanos fueron capaces de formar grandes comunidades tribales de hasta 100 miembros, mientras que los simios solo crearon agrupaciones con un máximo de 50 individuos.
Los científicos creen que la risa ayudó a agrupar a los seres humanos, tal y como han hecho actividades como el baile y el canto. Curiosamente, estas actividades también producen endorfinas.