Profecía
Algún día vendrás, sabes que miento, que no puedo ya más tender la seda lunar de la esperanza. Algún día vendrás como una horca, el fiero corazón guardando la armadura y los labios en flor como limones sangrados para el beso. Peregrino lo sé, sé que algún día recabarás aquí tu singladura y yo te aguardaré, aguardaré tu oído del vacío, sé que miento, que no oiré nunca más tu caracola niña. Puede ser que vengas algún día de otoño o una noche de fuego en las ventanas, algún día puede ser, pero sabes que miento, yo no sé si algún día.
JUANA CASTRO
Novato |