Amado Jesús
Creemos que estás vivo y resucitado.
Creemos que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar
y en cada uno de nosotros.
Te alabamos y te adoramos.
Te damos gracias, Señor,
por venir hasta nosotros
como pan vivo bajado del cielo.
Tú eres la plenitud de la vida.
Tú eres la resurrección y la vida.
Tú eres, Señor, la salud de los enfermos.
Hoy queremos presentarte
a nuestra amiga LOLA
porque para ti no hay distancia
ni en el tiempo ni en el espacio.
Tú eres el Eterno Presente y Tú la conoces.
Ahora Señor, te pedimos
que tengas compasión de ella.
Bendícela y devuélvele la salud.
Sánala Señor, en cuerpo y alma,
dale vida en abundancia.
Te lo pedimos por María Santísima,
tu Madre, que también
nos la diste por Madre.
Confiamos en ti Señor,
en que escucharás nuestras plegarias
y esperamos humildemente
la sanación de nuestra
querida amiga Lola.
AMÉN.