Es tomarse el riesgo de sentirlo todo, es creer en el ser humano, es despojarse de toda envidia, es entregarse plenamente a la vida, como si hubiera sólo un día para amar. Es ser tan fuerte y tan seguro, que no cerrarás tu corazón con ninguna clase de coraza, aunque a simple vista parecerás sensiblemente frágil. Es atreverse a ser vulnerable, es ver mas allá de lo que se ve, es tener la sensibilidad a flor de piel, para con ella poder descubrir una linda mirada en el tumulto, una lágrima oculta en el silencio, percibir el amor sereno de un padre, la mirada tranquila de una madre, la enorme soledad que encierra la fría mirada de unos ojos que no dicen nada.
El tiempo y la vida no esperan por nadie, por eso, no hay mejor momento que éste para ser feliz; porque la felicidad no es una meta ni un destino. "La felicidad es una manera de vivir", es vivir a corazón abierto.
Es maravilloso vivir así, disfrutando cada momento, con el corazón que se sale del pecho, con la alegría que emana por los poros, con el amor que se desborda por los ojos.
Vivir a corazón abierto es vivir sin temor, vivir así es "vivir libre."
He puesto alas a mi alma, tengo grandes sueños y las alas para perseguirlos; y en el camino valorar y aprender de todo ser humano que encuentro. Disfruto cada momento que vivo, aún los dolorosos, porque sé que los problemas cotidianos son la sal de la vida; por eso atesoro cada momento.
¿Acaso vivir a corazón abierto implica un riesgo? ¡Claro que sí!... Pero correr ese riesgo es una intensa aventura.
Sé que no puedo hacer que nadie me ame, pero sí amarme yo, y así ser alguien a quien se puede amar.
Sé que no debo esperar a concluir cierto asunto o a brincar cierto obstáculo para comenzar a vivir lo mejor de mi vida y ser feliz; porque la felicidad es precisamente "este sendero"... es recorrer este sendero de mi vida hoy...
Recorrerlo me da la felicidad, no me lo perdería por nada.
No cambio ningún sentimiento de envidia o mala voluntad que me han enviado, si esto implica negarme la dicha de conocer y recibir todo lo bello que he recibido... Tanta alegría... Tanto amor...
Tantos seres que han pasado por mis días, dejando siempre una huella de amor o de aprendizaje del dolor. Son las personas tristes y heridas las que me han dado la oportunidad de comparar y así valorar en su justa grandeza, todo lo bello que he recibido.
¡Gracias a la vida por todo lo recibido! ¡Gracias a Dios por la libertad de elegir!
Y elegí vivir... "a corazón abierto."