El gran bulldog inglés
EL INCOMPARABLE Y CHIMBARON WINSTON
"Yo no te comprendo. Churchill es tu colega y nunca le has hecho un artículo...será envidia, teacher?" me preguntó con una ceja alzada mi alumno estrella Ricardo. Winston Leonard Spencer Churchill al debutar en este valle de lágrimas un 30 de noviembre de 1874 no tenía a quien salir bobo. Su padre era Lord Randolph Churchill, un político de sangre azul y mostacho de morsa que amaba leer. Su mamá era la bellísima, erudita y lujuriosa Jennie Jerome ,la hija del editor del New York Times. En su niñez estuvo en manos de criadas, pero Jennie sacaba tiempo entre su apretada agenda social y sexual(fue querida del rey Eduardo VII)para llevarlo al zoo y en una de esas lo retrató a lomos del celebérrimo elefante Jumbo antes que este animalito de Dios fuera vendido al empresario circense gringo Phineas T. Barnum. El gordito Winston sería amante de los animales y los chicos toda su vida, pero como alumno era un real desastre. Tenía problemas de dislexia, su padre y maestros lo agarraban a sopapo limpio. Era excelente solo en gramática, historia y ciencias naturales, pero los libros de matemáticas le daban ganas de vomitar. Cuando se graduó en 1895 de la academia militar, era subteniente en el Cuarto Regimiento de Húsares de la Reina, y como miembro de éste le tocaría ir a Cuba, India y Sudán. Tres años más tarde se afilió al Partido Conservador, y 1899 lo encuentra de travieso a África del Sur en plan de corresponsal de guerra para el Morning Post. Ahí habría de saborear el tabo para luego escapar hacia Inglaterra. Jennie como madre fue excelente, y además se destacó como su cómplice incondicional. En 1900, Winston ya es diputado por Oldham en la cámara de los comunes. En 1914 lo nombran lord del Almirantazgo, cargo desde el cual acomete la modernización del ejército inglés. Pero al estallar la I Guerra Mundial, el destino le reservaba un trago amargo. En la batalla de Galípoli contra los turcos, varios de los buques ingleses se ven hundidos por las minas turcas y todos le echan el muerto a Winston. Esta humillación habría de marcarlo tanto que ni Clemmie, su adorada esposa con quien se ha casado locamente enamorado, logra quitarle la mocepa de encima. No es para menos, pues sale del gabinete en desgracia. Winston supo adivinar que Hitler en Alemania sería toda una amenaza y advirtió al gobierno inglés para que no se fiaran de él. En 1931, Winston visita la tierra de su madre, y sube al Empire State Building resoplando como foca. 7 años más tarde, cuando Neville Chamberlain es el primer ministro inglés, Churchill le advierte que no le despegue un ojo a Hitler. Neville se va a la conferencia de Munich y regresa repleto del atole de tontos que le ha dado Hitler. Neville ha acordado con Hitler que solo se coma una parte de Checoslovaquia, pero cuando el 1o. de septiembre de 1939 Hitler le cae encima a Polonia, Neville queda haciendo el bulto, el cuadro y el ridículo ante los ingleses. Neville pone a Winston como Lord del Almirantazgo. Al caer Noruega ante los nazis, Neville está en aprietos. Se va donde el rey Jorge a Buckingham a presentar su renuncia. El atribulado rey pregunta a quién deben nombrar como Primer Ministro y Neville señala a Winston, quien toma su cargo el 10 de mayo de 1940.Hitler ya tiene tropas en Francia. La Luftwaffe nazi hace estragos contra los Aliados, y la Royal Air Force de Inglaterra lucha como gato panza arriba. Hitler lanza en verano la Batalla de Inglaterra, echando a su fuerza aérea a bombardear Londres. Churchill y su gabinete sesionan bajo tierra en un refugio, y tras cada bombardeo personalmente va a ver los daños. Winston una vez bajó a un peligroso sótano para salvar a una camada de gatitos y su madre de un edificio derribado, y se los llevó a casa a Clemmie. Churchill, con su mano haciendo la V de la victoria y sus discursos optimistas animaba al pueblo inglés a no desmayar en la lucha. En agosto de 1940 Winston abordó el buque Príncipe de Gales para ir a reunirse en el Atlántico Norte con el presidente gringo Franklin Delano Roosevelt. Por 4 días, FDR y Winston sesionaron, y fue el inicio de una cálida amistad. 4 meses luego, Estados Unidos habría de entrar a la II Guerra Mundial tras el ataque de Pearl Harbor, unificando planes con Winston para formar un sólido frente aliado. El 26 de diciembre de 1941 Winston compareció ante el congreso gringo prometiendo darle una lección a los japoneses. En 1942 los ingleses aún estaban débiles en el frente de guerra de África del Norte. Rommel los tenía sofocados. El pueblo comenzaba a cuestionar a Winston, pero esta vez el parlamento se negó a censurarlo. En agosto del 42 se dio la primera reunión entre Winston y Stalin, y los dos se miraban feo. Winston hasta le dijo a Stalin que sus puros apestaban, y cuando perdió la paciencia Winston le aulló" ¿Y donde estabas tú cuando los aviones nazis, llenos de petróleo ruso, nos deschincacaban Londres?" Finalmente Rusia se sumó a los Aliados. Winston puso al mando del 8vo. Ejército inglés al veterano de Dunquerque, el flaco general Bernard Law Montgomery, y en la Batalla del Alamein, tras casi una semana de combates, los ingleses pudieron ganar. No volverían a perder. En noviembre de 1943 Winston, FDR y Stalin se sentaron juntos en la Conferencia de Teherán. Se acordó que Inglaterra sería la punta de lanza para atacar desde ahí a Francia e ir penetrando. Winston estaba como gallina comprada porque andaba con faringitis y no podía hablar...pero aún así se fue a Túnez para hablar con el general Ike Eisenhower, con quien armarían el Desembarco de Normandía. En Túnez, Winston casi se muere e Inglaterra entera oró por su salud. Regresó con libras menos pero desbordante de entusiasmo a Londres, hablando maravillas de la sulfa. Eisenhower, considerando la edad de Winston, no quiso permitirle que estuviera en uno de los buques para el desembarco, pero chimbarón a como era el señor, se precisó una prohibición del rey inglés para que Winston se quedara en tierra. Posteriormente visitará a los soldados en el frente de guerra, convirtiéndose en todo un ídolo para las tropas aliadas. El 8 de mayo de 1945 se firma la paz en Europa. El 17 de junio de 1945 Winston interrumpe su participación en la conferencia de Potsdam para saber si fue reelecto Primer Ministro, pero las elecciones las pierde a manos de un pueblo malagradecido. Winston regresaría al cargo hasta en 1951, pasando este intervalo en casa pintando, escribiendo sobre historia, chineando bebés, jugando con sus mascotas y romanceando con Clemmie, dado que su matrimonio siempre fue un divertido y eterno noviazgo. Cuando ganó el Premio Nóbel de Literatura en 1953, se carcajeó afirmando que jamás lo hubiera ganado en la categoría de Paz.Tuvo tiempo para acuñar la frase Cortina de Hierro para denominar al bloque prosoviético y en 1954, al cumplir 80 años, le regalaron un libro y un retrato suyo que le pareció espantoso. La reina Elizabeth II lo hizo caballero de la Orden de la Jarretera, y un 24 de enero de 1965 se fue de este mundo en uno de los funerales más apoteósicos del siglo, dejándonos una huella tierna en el corazón a los millones que le admiramos porque fue un perfecto esposo, gran padre, estupendo historiador, gran humorista, buen pintor y el mejor estadista de la pelotita del mundo.
Cecilia Ruiz de Ríos
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