Abre tu mano y siente cuanta fuerza
realmente tienes.
Hemos aprendido
que la mano cerrada es la más fuerte.
Sin embargo,
al abrir la mano e invitar a otras personas
a que entren en su vida,
al dar a otros algo de ti mismo,
entonces te ests volviendo diez veces más fuerte.
Porque cada persona a quien dones,
un día estará disponible para ayudarte.
Porque cada vez que des,
sentirás una alegría sin límites
en tu corazón y verás
una sonrisa naturalmente abrirse en tu cara.
Así que, disfruta el dar;
abre las manos de tu corazón.