La verdadera salud es aquella
que abarca todas las dimensiones del ser:
espiritual, física, emocional,
familiar, amigos, trabajo, etc.
Mantener una buena salud
significa darse a sí mismo
el chance único de experimentar
el equilibrio en todas estas áreas.
Pero, al obsesionarse con la salud,
lo que termina sucediendo es que hay desequilibrio.
Es importante aprender a equilibrarse
y a armonizarse con los demás si realmente
se quiere sentirse saludable.
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