Si pregunta por mí,
traza una cruz de silencio en tus
labios.
Si pregunta por mí,
dile que he muerto,
que he ido
en el fondo del olvido,
que soy un árbol triste,
cansado de esperar.
Pero, si pregunta por mí,
no le des mis palabras
cálidas,
no le des mi sonrisa triste,
no le digas que todavía
lloro,
que todavía su imagen está entre mis sueños,
que quisiera, como
tantas veces,
volver en sueños a ese mundo de maravillas.
Sólo dile que me
he ido y no sabes dónde.
Vamos a ver,
si la ves, pregúntale,
pregúntale si
su predilecto libro
entre las manos me recuerda,
pregúntale que si sus
caricias,
que han de corresponder a otro,
son aquel amor que ella me
brindaba.
Si pregunta por mí,
dile que me he ido al infierno.
Pero... no... espera,
si ves que en sus ojos hay
aunque sea
un poco de luz para mí,
dile, tan sólo dile que venga.
Mario Benedetti