BUENOS DIAS
HOY..ES..VIERNES..1..DE...JUIO...2012
REFLEXIO
El suicida Enrique Anderson Imbert
Al pie de la Biblia abierta -donde estaba señalado en rojo el
versículo que lo explicaría todo- alineó las cartas: a su mujer, al juez, a los
amigos. Después bebió el veneno y se acostó.
Nada. A la hora se levantó
y miró el frasco. Sí, era el veneno.
¡Estaba tan seguro! Recargó la
dosis y bebió otro vaso. Se acostó de nuevo. Otra hora. No moría. Entonces
disparó su revólver contra la sien. ¿Qué broma era ésa? Alguien -¿pero quién,
cuándo?- alguien le había cambiado el veneno por agua, las balas por cartuchos
de fogueo. Disparó contra la sien las otras cuatro balas. Inútil. Cerró la
Biblia, recogió las cartas y salió del cuarto en momentos en que el dueño del
hotel, mucamos y curiosos acudían alarmados por el estruendo de los cinco
estampidos.
Al llegar a su casa se encontró con su mujer envenenada y
con sus cinco hijos en el suelo, cada uno con un balazo en la sien.
Tomó
el cuchillo de la cocina, se desnudó el vientre y se fue dando cuchilladas. La
hoja se hundía en las carnes blandas y luego salía limpia como del agua. Las
carnes recobraban su lisitud como el agua después que le pescan el pez.
Se derramó nafta en la ropa y los fósforos se apagaban chirriando.
Corrió hacia el balcón y antes de tirarse pudo ver en la calle el tendal
de hombres y mujeres desangrándose por los vientres acuchillados, entre las
llamas de la ciudad incendiada.
BUEN...PROVECHO!!!
QUE PASEN UN VIERNES MARAVILLOSO AL IGUAL QUE SU FIN
DE SEMANA, NOS LEEMOS EL PROXIMO LUNES Y NO OLVIDEMOS
SONREIR!!!
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