VIVIR
EN EL AMOR
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Sólo
existen dos estados en los cuales
podemos vivir los seres humanos;
el
amor y el temor.
Para
vivir en el estado de amor,
es
indispensable ser libre interiormente.
Ello
no quiere decir que uno no sufra,
o no
tenga problemas o no se preocupe.
La
diferencia es que quien vive en estado de amor,
no es
esclavo de las emociones o de las circunstancias,
no se
deja manipular por nadie; es como el río,
que
pasa por todos los sitios pero ninguno lo detiene.
Cuando
vivimos en el temor, somos esclavos de nuestro ego,
de los
perjuicios, del qué dirán.
Nos
atormentan los monstruos creados por nuestra mente
o les
rendimos adoración a los dioses del placer,
el
poder o la riqueza. Cuando no soy libre interiormente,
soy
fácilmente manipulable en lo político,
lo
económico y lo social.
Las
cosas de afuera son neutras,
yo las
convierto en problemas o en oportunidades.
Si
vivo en el temor, a donde quiera que vaya
y en
las circunstancia en que me encuentre,
seré
esclavo del miedo.
de la
red