Hoy vamos a analizar otra frase en la que el perro es el protagonista: muerto el perro se acabó la rabia (antes de nada pido perdón a todos aquellos amantes de los animales que puedan sentirse heridos o apesadumbrados por la expresión de hoy, pero tengo que decir en mi favor que no fui yo quien la inventó). Dicho todo esto, entremos en acción. Para aquellos que no lo sepan la rabia es una enfermedad que se produce en algunos animales y se transmite por mordedura a otros o al hombre, al inocularse el virus por la saliva o baba del animal rabioso. Cuando un perro tiene la rabia, muestra un comportamiento muy agresivo y peligroso y como esa enfermedad no puede curarse, la única forma que hay para eliminarla es sacrificando (matando) al animal que la ha contraído. De ahí viene el origen de muerto el perro se acabó la rabia. Poco a poco se ha ido extendiendo el uso de esa frase para hechos más cotidianos en los que no necesariamente debe haber víctimas, sino que se usa cuando se percibe que algún mal termina cuando se extermina el elemento que lo causa. Por ejemplo: había mucho ruido en clase y como el profesor vio que Juan era el que incitaba a sus compañeros a hablar fuerte, le sacó de la clase. Así, muerto el perro se acabó la rabia. Otro ejemplo: En la oficina se dieron cuenta de que Elena estaba enfrentando a unos empleados contra otros, lo cual estaba causando un mal ambiente increíble. Así que el jefe decidió despedirla y la relación entre los compañeros volvió a ser cordial. Muerto el perro, se acabó la rabia. El último ejemplo de hoy. El otro día María llevaba unas sandalias muy bonitas pero que le hacían mucho daño en los pies. Como no podía soportar más el dolor, decidió quitárselas y seguir caminando descalza, con lo que el dolor provocado por el roce de las sandalias desapareció. Muerto el perro se acabó la rabia. Pues nada, ya sabéis, si está en vuestra mano hacerlo y no cometéis ninguna ilegalidad ni matáis a nadie, eliminad de vuestro día a día todas aquellas cosas que os hacen daño u os perjudican. ¡Seguro que seréis más felices!
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