LAS MEJORES SEMILLAS
Un empresario agricultor, de poco estudio,
participaba todos los años de la principal feria
de agricultura de su ciudad.
Lo más extraordinario es que él siempre
ganaba, año tras año, el trofeo: MAÍZ DEL
AÑO.
Entraba con su maíz en la feria y salía con la
faja azul recubriendo su pecho.
Su maíz era cada vez mejor.
En una ocasión de esas, un
reportero de TV abordó al agricultor después de
la tradicional colocación de la faja de campeón!
Él quedó muy intrigado con la
revelación del agricultor, de como
acostumbraba cultivar su calificado y valioso producto.
El reportero descubrió que el
agricultor compartía buena parte de las mejores semillas de su plantación de
maíz con sus vecinos.
- ¿Cómo puede usted compartir sus mejores
semillas con sus vecinos, cuando ellos están
compitiendo directamente con usted?
El agricultor
respondió:
- ¿Usted no sabe? Es simple!
El viento recoge el polen del
maíz maduro y lo lleva de campo en
campo.
Si mis vecinos cultivaran maíz inferior al
mío, la polinización degradaría continuamente la
calidad de mi maíz.
Si yo quiero cultivar maíz bueno,
tengo que ayudarlos a cultivar el mejor maíz,
cediendo a ellos las mejores semillas.
Aquellos que escogen estar en paz, deben
hacer que sus vecinos estén en paz.
Aquellos que quieren vivir bien,
tienen que ayudar a los otros para que vivan
bien.
Aquellos que quieren ser felices, tienen que
ayudar a los otros a encontrar la felicidad, pues
el bienestar de cada uno está ligado al bienestar de todos.
¿Ahora entiendes que todos somos
importantes unos para otros y que para vivir
bien, dependemos unos de los otros?
Espero que también consigas
ayudar a tus vecinos a cultivar cada vez más las
mejores semillas, los mejores maíces y las mejores amistades.
“Para tratar contigo
mismo, usa la cabeza”
“Para tratar con los otros, usa el corazón”
Anónimo