Cuando al compás de una espera y otra espera,
miro en la noche la luna colgada de mi ensueño
y cuento las estrellas temblorosas,
pesándome tu ausencia, yo te extraño.
Cuando mi pelo con la brisa juega,
y me cubre la lluvia con su manto,
y en una amarga fustración de anhelo
me llega tu recuerdo, yo te extraño.
Cuando quiero que tú no me busques
porque yo no te espero,
y deseo que tú no me esperes
porque ya no te busco, yo te extraño.
Y si no puedo a mi anhelo poner freno,
y deambulo sin razón y sin sentido
llevando atadas tus frases a la mías,
en el cansancio de mi melancolía, yo te extraño.
Y si siento en las noches tu frecuencia y la mía
vibrando en el latido de mis manos vacías,
te llamo en la penumbra con palabras sin nombre,
y sé que estás allí, pero igual, yo te extraño.
D/A