Yo creo que lo que está mal empleado es el término "Normales" pues creo que- con excepciones de enfermedades físicas o mentales, las familias son solo familias con costumbres propias de cada grupo. En mi caso, que somos once hermanos, mis padres nos inculcaron el sentido de pertenencia y orgullo de ser parte de esa familia. Cenábamos todos juntos y ese momento era mágico porque se convertía como en una pequeña asamblea en la que mis padres y nosotros, conocíamos todo lo que le ocurría a cada uno de nosotros y allí ellos, daban instrucciones. Cada cumpleaños dejamos, porque aún lo hacemos, de hacer cualquier cosa personal para reunirnos en casa de nuestros padres, aunque sea sólo para cantar cumpleaños y darnos un abrazo.
Es cierto que las exigencias del mundo moderno nos han obligado a dejar de lado muchas costumbres ancestrales pero de la familia depende que esos lazos se mantengan sólidos. Con mis hijos sólo puedo cenar los fines de semana pero aprovechamos al máximo eso momentos y siempre pasamos juntos las fechas importantes, aunque luego ellos se retiren con sus amigos.