Infelicidad
Algunas personas se acostumbran tanto a sentirse infelices
que no se dan cuenta de la desdicha innecesaria
que se causan a sí mismas.
Construyen una prisión mental llenando su mente
de resentimiento, odio, envidia y deseos.
Pueden tolerar vivir una vida así,
solamente porque están acostumbrados
a esos pensamientos y creen que es el cuadro
normal de la vida.
Piensan equivocadamente que es imposible
que la vida sea diferente.
Para la persona sabia, sin embargo, la vida está llena del placer
de ganar conocimiento, hacer buenos hechos y desarrollar
el carácter de uno mismo.
Dominando las actitudes, comportamientos e imágenes conducentes
a la felicidad, vas a vivir una vida feliz. Esto toma esfuerzo,
pero el precio que pagas por dominar la felicidad no es tan alto
como el precio que pagas cuando vives una vida infeliz.
Si experimentas infelicidad innecesaria, pregúntate a ti mismo,
¿En qué estados quiero estar?
¿Qué puedo hacer para entrar en el estado
que deseo experimentar ahora?
Una persona que se siente infeliz con frecuencia
se debería preguntar a sí misma:
¿Qué cambios en mis pensamientos y en mis actitudes
me van a permitir experimentar más felicidad?
¿Qué cambios en mi comportamiento y en mis acciones
me van a permitir más felicidad?
¿Qué imágenes y visualizaciones me van a permitir
experimentar más felicidad?
¿Qué cambios en mis relaciones me van a permitir
experimentar más felicidad?
¿A quién puedo pedir ayuda
para volverme una persona más feliz?
Zelig Pliskin