EL ANDARIN DE LA NOCHE
El oscuro andarín de la noche detiene el pasa junto a la torre, y al centinela le anuncia roja, cercana la guerra.
Le dice al viejo de la cabaña que hay batidores en la sabana; sordas linternas en los juncales y oscuras sendas.
A las ciudades capitolinas va el pregonero de la desdicha; y en la tiniebla del extramuro, tardo se aleja.
En la batalla cayó la torre; siguieron ruinas, desolaciones; canes sombríos buscan los muertos en los caminos.
Suenan los bombos y las trompetas y las picotas y las cadenas; y nadie ha visto, por el confín; nadie recuerda al andarín.
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