Si eres capaz de saborear el placer que proporciona una flor,
una sonrisa, un juego de niños, eres más rico y más feliz que el más ricachón: él tiene todo lo que puede desear y todavía permance insatisfecho, incapaz de saborear las cosas, porque está aprisionado en sus riquezas como el caballo de lujo en sus arreos Recuerda: no es cuanto posees lo que forma tu riqueza, sino cuanto saboreas.
Phil Bosmans
Con afecto!!!
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