Lo mismo sucede en nuestras vidas, comenzamos a cargar sobre nuestros hombros, odios, rencores, preocupaciones de todo tipo, cargamos el futuro sin saber si mañana estaremos en este mundo. Llegará un momento en que tanto peso nos derrumbará, vendrán frustraciones, decepciones, desilusiones que nos deprimirán de tal manera que ya no podremos continuar.
Por el contrario, si todo, absolutamente todo, lo dejamos en las manos de Jesús, nos sentiremos aliviados, sin preocupaciones, temores y al fin podremos decir soy feliz porque mi Señor, tiene mi vida en absoluto control.
Jesús te dice:
"Ustedes viven siempre angustiados y preocupados. Vengan a mí, y yo los haré descansar" Mateo 11:28
JHON..