Al cumplir la edad reglamentaria,
un hombre se presento al Seguro Social
para tramitar su pensión de vejez...
La funcionaria detrás de la ventanilla
le pidió la cédula para verificar su edad.
El hombre buscó en todos sus bolsillos,
pero finalmente cayó en cuenta que
había dejado su cédula en la casa.
Le dijo a la oficinista que lo sentía mucho,
que iría a la casa y volvería más tarde.
En eso, la oficinista le dijo:
'Desabotónese la camisa'.
El hombre lo hizo y mostró los vellos canosos de su pecho.
"Esos vellos canosos con pueba suficiente para mi',
dijo la mujer y procesó la solicitud.
Cuando el hombre regresó a casa,
emocionado le contó a su esposa
lo que le había sucedido en el Seguro Social.
Y ella le contesto sarcásticamente:
'Debiste bajarte los pantalones.
A lo mejor también te dan una pensión por incapacidad'.
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