LAS PREOCUPACIONES
Las preocupaciones, las dificultades existirán siempre, hagáis lo que hagáis; es inútil luchar contra ellas, porque seréis vosotros los que sucumbiréis. ¿Qué hay que hacer entonces? Lo mismo que hacemos contra las intemperies o contra los insectos: equiparse. Para resguardarnos de la lluvia, cogemos un paraguas; para protegemos del frío, nos vestimos con ropas de abrigo o instalamos una estufa; y para protegemos de los mosquitos, colocamos una mosquitera o utilizamos algún producto. Pues bien, para protegerse de las dificultades, no hay otra solución que la de mirar hacia lo alto para recibir la luz y la fuerza; será entonces cuando, no sólo triunfaréis, sino que os sentiréis profundamente agradecidos.