tengas éxito o fracases a los ojos del mundo. Importa si tienes o no tienes salud,
si has recibido o no una buena educación. Importa si eres rico o pobre;
ciertamente, establece una carencia en tu vida.
Sí, todas estas cosas tienen importancia, una importancia relativa, pero no importancia absoluta.
Hay algo más importante que cualquiera de estas cosas: encontrar tu ser esencial
más allá de esa entidad efímera, del efímero yo personal.
No encontrarás la paz reordenando las circunstancias de tu vida, sino dándote
cuenta de quién eres al nivel más profundo.
Cuando no eres consciente de la esencia interna, siempre acabas sintiéndote desgraciado.
Es así de simple.
Cuando no sabes quién eres, te fabricas mentalmente un yo que sustituye tu
hermoso ser divino, y te apegas a ese yo temeroso y necesitado.
No tienes una vida; eres una vida.
La Vida Una, la conciencia que interpenetra todo el universo
y toma forma temporalmente para experimentarse como piedra o como hoja de