Conducía camino a mi casa durante una noche lluviosa;
delante de mi iba otro automóvil que constamente me deslubraba
con una luz proveniente de la parte de atrás del automóvil.
Me molesté pues a demás de la lluvia
y el estado de la carretera tenía que lidiar con el destello que aquel automóvil me reflejaba.
Pensé que algún niño travieso llevaba algún artefacto luminoso e iba jugando por la carretera.
Más adelante llegamos a un semáforo donde un poco molesto me coloqué al lado de aquel automóvil,
cuando se abrió la ventana del otro auto y el conductor me dijo:
- "Disculpe, pero su luz izquierda está desprendida. Debería repararla o puede tener algún accidente"
Me dí cuenta entonces que el reflejo era producto de mi luz averiada.
Esto me hizo reflexionar mucho sobre lo que pensamos de los demás.
A veces una actitud negativa o mala de otras personas,
puede no ser mas que el reflejo de nuestras acciones en aquella persona.
Comprendí entonces las palabras de Jesús de tratar a los demás como quisiéramos ser tratados,
y servir como si fuéramos los últimos para así ser los primeros.
Mantén la paz con tus amigos y compañeros,
y antes de criticar o juzgar, mira tu corazón y piensa si aquello no es el resultado de tus acciones para con aquella persona.
Y recuerda no juzgar pues con la misma medida serás juzgado, deja el juicio y la venganza a Dios.
"Si se puede hacer, cuanto está en vosotros,
tened paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos,
amados míos; antes dad lugar á la ira; porque escrito está:
Mía es la venganza: yo pagaré, dice el Señor. Así que,
si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed,
dale de beber: que haciendo esto, ascuas de fuego amontonas sobre su cabeza." Romanos 12:18-20
Todas las acciones y pensamientos de tu vida resuenan en la eternidad.
DA
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