La seriedad goza de tanto prestigio
que sin darnos cuenta invade nuestra mente
y deja poco espacio a la alegría.
Para recuperarlo, podemos incorporar
a nuestra vida diaria pequeñas acciones
que le abrirán camino.
En nuestro caminar diario,
puede que nos dejemos ir y que sin darnos cuenta,
haga tiempo que no nos reímos con ganas.
La seriedad es frecuente,
cotidiana y está envuelta en nubes invisibles
de apatía o desánimo.
Puede que pasen los días de forma aburrida,
con la monotonía como protagonista
y no sepamos cómo salir de esta situación.
El cuestionamiento de "para qué hacer algo"
se une con el desconocimiento de "cómo cambiarlo"
y podemos encontrarnos en una especie de encrucijada
o sentirnos infelices, como si estar contento
fuese algo irreal, lejano y abstracto.
Sin embargo, si estamos alegres y vitales,
nos entregamos a la vida y disfrutamos,
no necesitamos cuestionarnos la existencia
porque la vida fluye dentro.
Y el sentido...¿ no estará escondido
precisamente en esa vida que nos invita
a recorrerla y experimentarla?
¿ No se encontrarán las respuestas
a nuestras preguntas entre los pliegues
de cada inspiración,
estímulo, sueño o ilusión?
Seguramente sólo necesitamos darles
el suficiente espacio en nuestra vida
para que vuelvan a florecer.
Los siguientes consejos posiblemente
te ayudarán a conseguirlo. .
CÁSATE CONTIGO:
Necesitamos la autoestima
como el agua que bebemos,
si no nos queremos habrá sequía
en nuestro interior.
Desde muy pequeños,
hemos aprendido a esperar
que nos quieran sin emepezar
por querernos y respetarnos.
Pero, ¿ has pensado alguna vez
qué efecto te produciría casarte contigo?
Pues prometerte amarte,
respetarte y apoyarte siempre
porque siempre estarás contigo.
Reencontrarte y cuidarte,
devolverte la dignidad y el respeto
que mereces como persona
que está realizando el viaje más importante:
el de su propia existencia.
DEJA DE PROTESTAR:
Podemos protestar mil cosas,
por la lluvia o la sequía,
por el calor o el frío, porque es lunes
o porque no sé qué hacer un domingo,
porque me molesta la gente o porque siento soledad.
La protesta nos envenena por dentro,
nos hace frágiles emocionalmente
y nos desalienta, nos borra la sonrisa
y la seriedad se incorpora lentamente
en nuestra respiración .
Deja de protestar es una de las llaves
que abre la puerta del disfrute.
CELEBRA LO BUENO.
Celebrar es conectar con la vida.
Celebra que tienes ropa para vestirte,
agua para beber,
comida, un lugar para vivir,
el clima, la paz, la amistades, la familia...
DI TE QUIERO.
Mira a alguien a los ojos
y dile que le quieres.
El cariño elimina rigidez
y nos hace flexibles, mostrarlo es necesario
para la salud.
No importa que los demás
ya lo sepan es muy bueno
decirlo y abrazarnos.
Decir a menudo "te quiero"
te ayudará a vivir con alegría y sensibilidad.
Dar las gracias
también tiene un efecto mágico...
D/A