Sus inicios
Adela Juana Maria Patti nació en Madrid el 19 de septiembre de 1843. Sus padres fueron el tenor Salvatore Patti y la soprano Caterina Chiesa Berrilli. Mientras su madre interpretaba a Norma, debió interrumpir su actuación para dar a luz a Adelina.
La familia se mudó a New York en 1847. La familia, como la de muchos otros cantantes, funcionaba como una verdadera empresa ambulante: su padre y madre eran cantantes como también sus hermanas Amalia y Carlota, mientras que su hermano Carlo era director.
A los seis años comenzó a estudiar canto con su cuñado Maurice Strakosch y a los ocho años tuvo gran éxito en el Tripler’s Hall de New York.
Durante un tiempo se presentó como niña prodigio, pero pronto hizo un paréntesis para tomar serios estudios de canto. Aunque más tarde aseguraría haber sido una autodidacta, lo cierto es que la base de su canto está en la enseñanza de su cuñado, pianista y tenor que tuvo éxito como director de compañías operísticas.
Tuvo su segundo y definitivo debut en la Academy of Music de New York, en noviembre de 1859 con tan sólo 16 años de edad y bajo el seudónimo de “Little Florinda”.
La comunidad italiana ya residente en New York la adoptó como su ídolo desde un primer momento y la Patti supo utilizar el favor del público para elevarse a un status de estrella. Ese mismo año de 1860, la Patti se hizo conocer en varias otras ciudades afianzando su status de estrella emergente.
La consolidación
En mayo de 1861 y a la edad de 18 años fue invitada a presentarse por primera vez en el Covent Garden de Londres y en donde actuaría por 25 temporadas consecutivas hasta 1886. El mismo año compro una casa en Clapham, al sur de Londres que le sirvió de base para sus próximos triunfos en Viena. París, Madrid, Berlín y San Petersburgo.
Al año siguiente se presentó en la Casa Blanca en presencia de Abraham y Mary Lincoln que estaban de luto por su hijo Willie muerto de tifus. La canción elegida “Home Sweet Home” llevo a las lágrimas a los Lincoln y se convirtió en uno de los caballos de batalla de la soprano.
En los siguientes años su carrera se convirtió en un continuo éxito tras éxito.
Con los años, su voz fue madurando y pasó de ser una soprano ligera de coloratura a una lírica neta con un canto más reposado y humano. Sus centros y graves adquirieron mayor presencia.
En 1868 se casó con el Marques de Caux, escudero del Emperador Napoleón III que era 18 años mayor que ella y con quien estaría casada por más de 10 años.
Con un nombre y una fama ya forjados, la Patti puso en práctica su talento para los negocios, que era tanto o más pulido que su talento vocal.
Éxito económico y amoroso
La Patti pasó a la historia no sólo como la mejor soprano de su generación sino también como la cantante mejor pagada de la historia, tomando en cuenta las sucesivas inflaciones y deflaciones ocurridas desde 1870 sus cachés siguen siendo los más abultados que un cantante haya recibido.
En 1875 conoció al tenor Ernesto Nicolini y comenzaron a cantar juntos en los diversos tours que la soprano organizaba. Ambos se vieron envueltos en un romance que acabó con el matrimonio de la Patti.
En 1878 compró el castillo en el sur de Gales y se mudó a él no con su marido, sino con Nicolini. Solamente en 1886 pudo obtener el divorcio de su marido después de entregarle U$ 96.000 como indemnización.
En la década de 1880 la soprano se paseo por toda América y Europa cobrando por cada nota que salía de su garganta, tanto que se tejieron gran número de anécdotas, leyendas e invenciones en torno a su figura.
El matrimonio con Nicolini se extendió desde 1886 hasta 1898 cuando el tenor falleció. La Patti entonces contrajo matrimonio con el barón sueco Rolf Cederström, de 28 años, quien según los rumores, era su masajista. No tuvieron hijos pero a la muerte de la diva, el se volvió a casar y la hija de ese matrimonio, Brita Yvonne Cederström (*1924) fue la única heredera de Patti.
Su última etapa
En la década de 1890 la Patti comenzó a espaciar sus actuaciones y desde 1893 se restringieron mayormente a conciertos. A mediados de la década comenzó una serie de conciertos cobrados a precios exorbitantes que muchas veces se acercaban al millón de dólares por concierto. La anécdota cuenta que cuando fue criticada por la prensa por ganar más dinero en una noche que el presidente en todo un año la Patti, molesta respondió: “Bien, que cante!”.
En 1905 luego de varias tentativas, accedió a grabar para la Gramophone& Typewriter Company.
En 1897 concluyó su carrera teatral.
Adelina Patti falleció en su castillo en la localidad galesa de Brecock, el 27 de septiembre de 1919. Se encuentra enterrada en el cementerio parisino de Pere Lachaise.
Los entonces precarios registros discográficos la muestran en su ocaso vocal, tenia 63 años de edad.
La documental Queen of Song de 1993 interpretada por la soprano norteamericana June Anderson traza su vida.