puesto que usted no correrá ningún riesgo.
La mujer se asustó y dijo: ¡No, doctor! ¡Que horror!
¡Matar a un niño es un crimen!
También pienso lo mismo, señora, pero usted me pareció tan
convencida de hacerlo, que por un momento pensé en ayudarla.
El médico sonrió y después de algunas consideraciones, vio que
su lección surtía efecto. Convenció a la madre que no hay la menor
diferencia entre matar un niño que ya nació..... y matar a uno
que está por nacer, y que está vivo en el seno materno.
¡ EL CRIMEN ES EXACTAMENTE EL MISMO !