Ingredientes (4 personas)
1,5 kilos de costillas de cerdo.
5 dientes de ajo.
El zumo de un limón.
Un vaso de vino blanco.
Sal.
Pimienta negra.
2 cucharadas de aceite de oliva.
Cómo se elabora:
Cortamos las costillas en trozos a lo largo por la parte de carne que hay entre costilla y costilla.
Ponemos las costillas en una bandeja adecuada para horno, rociamos con el zumo de limón y el vaso de vino.
En un bol mezclamos la sal, la pimienta, los dientes de ajo picados y el aceite a nuestro gusto. Por último y con una cuchara, embadurnamos las costillas con esta mezcla por ambos lados.
Colocamos en el horno a 180ºC la bandeja con las costillas y cuando estén doradas les damos la vuelta.
Una vez asadas uniformemente las sacamos del horno y servimos calientes.
Comentario dietético
El ajo es uno de los condimentos típicos de la gastronomía española y su presencia es indiscutible para dar sabor a los guisos, aunque no todo el mundo es partidario de encontrarlo en su plato. Las costillas de cerdo adquieren un sabor pronunciado con el aliño a base de este bulbo, y ligeramente ácido por el zumo de limón. El aporte de grasa de las costillas de cerdo no es nada despreciable, y como consecuencia es una de las partes más calóricas del animal. Su consumo debe moderarse por lo tanto si se siguen dietas de adelgazamiento o de restricción lipídica, así como en caso de hipercolesterolemia ya que gran parte de la grasa es de tipo saturada. La carne proporciona además proteínas y vitaminas del grupo B. Es recomendable preparar las costillas al horno en lugar de fritas para eliminar parte de la grasa que contienen. Como el ajo, el zumo del limón y la pimienta proporcionan sabor a la carne, las personas que padecen hipertensión pueden evitar el empleo de sal