Que dolor...
que marcan para siempre
la senda y perdición
eso, eso no tiene perdón.
cual cadena y eslabón
van por sendas negras
que llevan al paredón
cual terrible condena
cae la madre dulce y tierna
y así caerá la hija
repitiendo la misma escena.
No la vida de la niña
a la cual se sometió
es la marca del engaño
sino a toda una generación...
Lo cuento porque lo ví
en la falta de una tía,
siendo niña la engatusó
un panadero mayor
le ofreció una muñeca
a la cual nunca pagó.
y así caminaba mi tía
con su monita en brazos.
un juguetito muy caro,
que crecía a cada rato.
Mas muñecas llegaron después
sin un padre responsable
la encontraron tan deseable
era tierna, fácil… alcanzable..
una niña ,canturreaba
a otros niños cuidaba
y su madre la reñía
por ser abuela sin alguien
QUE A ELLA PROTEGIERA .
Así siguió la cadena,
yo no sé por qué es así,
cuando la madre creció,
también las hijas cayeron
y así sigue la fila...
y cayeron las nietas,
sufriendo un pasado común.
¿Quién la cadena romperá?
¿quién su carita elevará?
para no ser presa fácil
del hombre acosador.
Celeste