"Casta Diva" es un aria de la ópera Normade Vincenzo Bellini en la que su protagonista Norma dirige una plegaria a la Luna.
Norma es una de las cumbres de bel cantol romántico y uno de los papeles más difíciles de todo el repertorio lírico.
En Galias, hacia el año 50 A.C, una sacerdotisa sacrifica su honor, perdidamente enamorada de un cónsul romano. Norma es una sacerdotisa druida en la Galia ocupada por los romanos. Pese a sus votos litúrgicos de castidad, mantiene un idilio secreto con el gobernador romano Polión, al que ha dado dos hijos en secreto. Este romance hace que Norma trate por todos los medios en acallar la rebelión contra Roma, esperando que se establezca la paz entre los dos pueblos y así no perder a su amado. El druida Orveso, anuncia a su pueblo que su hija, la sacerdotiza Norma, dará una señal cuando llegue el momento de levantarse en contra del invasor romano. Ella, desbordada de sentimientos patrióticos hacia su pueblo, desea también volver a ver la procónsul Pollione, su amante y secreto padre de sus hijos. Pero, Pollione ahora se ha enamorado de Adalgisa, la virgen del templo, una mujer mucho más joven. Pollione además ha tenido un sueño: Norma en venganza destruye a sus hijos y mata a Adalgisa.
El aria de la invocación a la Luna Casta Diva se sucede inmediatamente después de la entrada de la sacerdotisa Norma en el primer acto, cuando corta una rama de muérdago como ofrenda. Musicalmente se divide en dos partes: aria y cabaletta.
Canta Joan Sutherland. Fue una soprano australiana de coloratura, notable por su contribución al renacimiento del bel canto desde finales de los años 50 hasta los años 80.
En español (traducción manteniendo el estilo poético original) ¡Casta Diva, que plateas estas sacras antiguas plantas, a nosotros vuelve el bello semblante sin nube y sin velo! Templa, oh, Diva templa estos corazones ardientes, templa de nuevo el celo audaz, Esparce en la tierra esa paz que reinar haces en el cielo. Fin al rito, y el sacro bosque sea limpiado de los profanos. Cuando el numen airado y hosco exija la sangre de los romanos desde el druídico santuario mi voz tronará. Caerá, castigarlo puedo (Mas castigarlo el corazón no sabe. ¡Ah! bello a mí retorna del fidedigno amor primero, y contra el mundo entero defensa para ti seré. cabaletta ¡Ah! bello a mí retorna del rayo tuyo sereno y vida en tu seno y patria y cielo habré ¡Ah! regresa de nuevo cual eras entonces, cuando el corazón te di. ah, regresa a mí.)