ÍMPÁVIDA ESTATUA
Al evaporarse en vahó los sueños, el adiós
deja en hordas la pálida arenisca al partir
como impávida estatua herida, sin preludios
cual roca aterida, sin nada más que impartir.
Cuando el grito de la esperanza flaquea su arco
la debilitada quimera soslaya en pena
el caer de aldabas al no retumbar más su eco
se sueltan del tiempo, lo eterno el reto gana.
Somos simples hojas mientras la savia vive
el verde de la juventud en quién reclama
al enseñorear el otoño es ser declive
que el viento desgaja en lúgubre y mustió drama.
Nos llegó un fantasma que no habla ni amenaza
no es autoritario de ninguna alta élite
no encarcela, ni dispara, hiere o nos desplaza
es tan letal que asusta hasta la misma muerte.
Virus que separa y nos mantiene distantes
llegó a casa tiembla el corazón todo el cuerpo
sacude sentimientos, un frío escalofriante
carcome el caos al depender de un hilo el tiempo.
Estamos ahí, sin la soga puesta al cuello ahoga
es llama inundando en volcanes los adentros
asfixia células en aspas las amarga
cuando un callejón enfermo muerde su espectro.
Si la vida no acaba a millones propaga
la suerte juega sin apretar el gatillo
se clava en el pecho la invisible daga
desafío letal sin contrincante ni gallo.
Leo Frank Park
Luis Francisco Pardo Huertas
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Colombia - Kansas City Mo.
05 07 2020