Quisiera ser un lirio solitario
de blanca flor, estériles semillas
engalanar el campo: mi santuario
morir entre las flores más sencillas
Quisiera ser la gota separada
bajo el cristal de una cascada herida
mirar desde la roca la enramada
donde empieza la tarde a estar dormida
Quisiera ser la llama separada
como un pequeño sol del firmamento
para alumbrar de lejos su mirada
convirtiendo en cenizas su tormento
¡Cuánto nos cuesta callar una verdad!
¡Cuánto silencio...señora, Soledad!
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