Resulta paradójico que en muchas ocasiones pasamos la mayor parte de nuestro tiempo centrando nuestra atención en las dos o tres cosas que no funcionan bien en nuestras vidas, y no nos enfocamos en las cientos de cosas que funcionan bien.
Es como cuando en una camisa blanca detectamos una diminuta mancha negra, y no podemos dejar de pensar en esa maldita mancha, a pesar de que el 99,9% restante de la camisa ofrece un blanco inmaculado. No permitas que enfocar en algún aspecto negativo de tu vida arruine tu felicidad. Empieza a ver las cosas en su justa perspectiva. Empieza a valorar de una vez y en toda su magnitud todo lo bueno que existe en tu vida.
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