El tercer síntoma de la muerte de nuestros sueños es la paz.
La vida pasa a ser una tarde de domingo,
sin pedirnos cosas importantes y sin exigirnos más de lo que queremos dar.
Pero, en verdad, en lo íntimo de nuestro corazón,
sabemos que lo que ocurrió fué que renunciamos a luchar por nuestros sueños.
Paulo Coelho
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