Te cambio esta sandía blanca por esta sandía verde
- le propuso un hortelano a otro-.
Aceptaron y ambos quedaron satisfechos, les gustó el color.
Al día siguiente, los hortelanos intercambiaron otra sandía,
pero en esta ocasión uno de ellos pidió pesarlas, ambos meditaron esa noche
cómo de grande sería la que llevarían al día siguiente a su encuentro y sopesaron
si habría sido justa la que habían intercambiado el primer día.
El color ya no les importó y estúpidamente intercambiaban la misma fruta.
¿ Estuviste a mi altura tu ? midelo si puedes, y si que podrás vivir con ello
porque sopesarás tu sandía, pero no dedicarás nada de amor en sopesar la mía,
al contrario, la verás como una aceituna que, además de pequeñita,
tiene menos fruta que hueso, y del color …
ya ni te acordarás del que te gustaba.
¿Cuánto pesa un amor y cuánto mide una vida ? no se sabe,
los que lo intentaron, los convirtieron en aceitunas.
Blue Soul
Publicado el
06.04.13