Son bienaventurados los que dan,
mas cien veces bienaventurados son los que dan aquello que aún quieren,
porque ellos ya se van saliendo
de las influencias de este mundo.
Son bienaventurados los que predican Amor, mas cien veces
bienaventurados los que lo llevan en su pecho y lo dan con sus
manos Son bienaventurados los que abren los ojos y contemplan al mundo,
mas cien veces bienaventurados los que abriendo más aún los ojos contemplan
el Universo del cual el mundo es apenas una mota. Y viendo su pequeñez se hacen grandes.
Son bienaventurados los que se limpian los oídos de las voces vacías de este mundo,
mas cien veces bienaventurados son los que oyendo se hacen sordos
para estar con los sordos y entenderlos hasta limpiarlos.
Son bienaventurados los que predican en los templos con el corazón,
mas cien veces bienaventurados son aquellos que se preparan en
"La Doctrina de la Unidad" y la predican por el mundo con hechos.
Son bienaventurados los que descubren la enseñanza que la vida
les trae a cada momento, mas cien veces bienaventurados
los que la hacen suya y después la reparten
sin quedarse nada para sí.
Son bienaventurados los que conocen las leyes que regulan la
existencia de las formas, mas cien veces bienaventurados son aquellos que
las hacen ellos mismos
y las exteriorizan armonizadas en su Ser.
Son bienaventurados los que llegan a descubrir las causas de las
cosas por los conocimientos que les han legado, mas cien veces
bienaventurados lo son aquellos que con innumerables esfuerzos
inician nuevos caminos de comprensión y abren nuevas ventanas hacia la Luz.
DEL LIBRO:ASÍ HABLABA QUETZACOA