Estos arbustos, además de la necesidad de luz que presentan,
necesitan altas dosis de humedad en el terreno en que están
plantadas o dónde se ha colocado la maceta en sí. Igualmente, debemos
saber que hay obligación de tener una capacidad drenante buena para
que se puedan excretar los agentes nocivos de la tierra.
La materia orgánica del terreno es lo que marca el grado de acidez
que debe tener éste.
Los distintos niveles de acidez se deben controlar y siempre, ser conocidos
por la persona que está interesada en la plantación de la hortensia.
Las flores de las hortensias, uno de los atractivos más fuertes de la planta,
se forman a partir de las yemas que se han germinado en el año anterior.
Por esta razón, para que no nos pille por sorpresa en ningún momento.
Justo antes del periodo de floración es cuando debemos de tener en cuenta esta medida.
Como consejo principal, lo ideal es reducir sus ramas hasta unos
30 o 40 centímetros de la distancia que tiene con el suelo.
De esta manera, se nos conservará una estructura básica sobre la que el
arbusto se vaya desarrollando cada año.
Los cuidados de las hortensias son muy importantes y siempre y cuando
queramos hacer las cosas bien, debemos informarnos
al máximo para conseguirlo.