Aunque no está claro si los animales comprenden a cabalidad lo que significa la muerte,
sí hay múltiples ejemplos donde jirafas, elefantes y otros animales hacen un ritual a su
compañero de manada fallecido, es decir, una especie de funeral.
Pero cuando el amo de un animal doméstico fallece y no vuelve más,
¿una mascota podría comprender que realmente su dueño murió?
“Diversas especies de animales manifiestan comportamientos de luto por la pérdida
de sus seres queridos y nuestra tendencia natural es de antropomorfizar el
comportamiento animal, es decir, atribuirle características humanas a los animales.
Se ha observado en la naturaleza que cuando un elefante muere, su manada acostumbra
a llevar un luto; ellos acompañan al cadáver durante un tiempo, lo olfatean y respetan
los lugares de reposo del fallecido. Las jirafas también tienen actitudes de duelo.
Hace poco se verificó que una madre jirafa se rehúsa a dejar a su cría muerta y se echa
cerca de ella para tocarla y olfatearla como si estuviera viva”, comenta Sylvia Arrau,
docente de Medicina Veterinaria de la Universidad del Pacífico.
“En el caso de animales domésticos como el perro, al no encontrarse cara
a cara con el cadáver de su dueño, no asumirían su muerte, ya que su amo
simplemente desaparece.
Creo que si se les permitiera un último contacto con su dueño, quizás así podrían
entenderlo y continuar con su vida”, agrega la Médico Veterinaria.
Síntomas del duelo canino
Hay algunas mascotas que tienen una mayor tendencia a sufrir por la muerte de su amo,
mostrando síntomas como tristeza, inapetencia, etc.
Según explica la Dra. Arrau, en los perros esto se conoce como el síndrome de hiperapego,
que se caracteriza por una ansiedad por la separación, la cual se manifiesta en los siguientes síntomas:
Comportamiento “Velcro”: Cuando los perros siguen a sus dueños a todas
partes y quieren estar constantemente junto a ellos.
Angustia y ansiedad: Cuando el amo se apronta a salir, el animal se angustia y
se pone ansioso. Luego, se queda solo en casa aullando y ladrando.
Puede orinar en sitios no acostumbrados, destruir muebles, ropa o zapatos.
Además, siempre se sitúa frente a las puertas o ventanas, atento a la llegada de su amo.
Falta de apetito: Cuando se separa de sus amos, ya sea por tiempos cortos o largos,
no tiene interés en comer, no juega, deja de realizar su actividad diaria, no interacciona
con otros aislándose, es decir, solo le interesa dormir.
“Estos signos pueden durar tiempos variables, desde alrededor de dos meses
hasta por el resto de sus vidas. Los animales que han sido abandonados y que han
tenido diferentes dueños son más proclives a generar una fidelidad completa con la
persona que les entrega mayor cariño”, explica la especialista.
Muchas veces cuando el amo muere, la mascota experimenta estos
síntomas de tristeza total, sobre todo los primeros días.
¿Qué deben hacer las personas que lo tienen a su cargo?
“Aunque no es fácil, se pueden hacer pequeñas cosas.
Pueden darle un alimento que le agrade mucho, estar más tiempo con él,
durante el día y la noche no dejarlo solo, permitirle estar en los lugares donde
acostumbraba a estar con su dueño o dueña, estimular los juegos y paseos, y
por supuesto que darle mucho cariño es la mejor medicina”, aclara la docente.
Si a pesar de estos esfuerzos la mascota continúa mostrando signos de ‘luto’
durante meses, se puede recurrir a un médico veterinario en busca de soluciones.