Rosa que estás aquí o en cualquier parte
con tu rigor de pétalos, qué sosa
es tu fórmula intacta, tan hermosa
que ya es de rigor desprestigiarte
Así que abandonándote en tus ramos
o dejándote al borde del camino
aplicarte el rigor es lo mejor
Y el rigor no permite que te hagamos
liras ni odas cual floreros, sino
apenas el soneto de rigor