Un albañil, entonces, se adelantó y dijo: Hablanos de las Casas.
Y él respondió, diciendo:
Levantar con vuestra imaginación una enramada en el bosque antes que una casa dentro de las murallas de la ciudad. Porque, así como tendréis huéspedes en vuestro crepúsculo, así el peregrino en vosotros tenderá siempre, hacia la distancia y la soledad.
Vuestra casa es vuestro cuerpo grande.
Crece en el sol y duerme en la quietud de la noche, y sueña.
¿No es cierto que sueña? ¿Y que, al soñar, deja la ciudad por el bosque o la colina?
¡Cómo pudiera juntar vuestras casas en mi mano y, como un sembrador, esparcirlas por el bosque y la pradera!
Los valles serían vuestras calles y los senderos verdes las alamedas y os buscaríais el uno al otro a través de los viñedos, para volver con la fragancia de la tierra en las vestiduras
KHALIL GIBRAN