La Gran Muralla China (en chino Chang Cheng) es la única obra humana que puede verse desde el espacio. Esta obra de fortificación se extiende por 2.400 kilómetros, desde la provincia de Kansu, pasando por el Sur del desierto del Gobi, hasta la península de Liadong (golfo de Bonai). El objetivo de la Gran Muralla fue defender al país de las incursiones de los hunos. Fue edificada a tramos por los estados del Norte de China, hasta que en 221 a.C. el rey Cheng (o Zheng) del país de Quin (dinastía Ch'in) unificó y pacificó China y mandó unir los distintos tramos de la muralla.
El baluarte fue modificado en varias fases, durante los siglos XV y XVI. La Muralla está formada por bloques de piedra y tierra, tiene una base de 7 m. de ancho y una altura media de 9 m. En la parte superior discurre un camino adoquinado de 5 m. de ancho, con torres de guardia de unos 12 m., desde las que se enviaban señales a Xianyang (o Chianyang, Shaanxi), capital del imperio de Shi Huangdi (259-210 a.C., o She Huang-ti).
La obra se realizó por condenados a cadena perpetua y costó un elevado número de vidas humanas.