Hoy me di cuenta
que lo que llamo felicidad
no es una línea,
sino segmentos que se acompañan
de retos y caídas
que me hacen apreciar
ese pedacito en la línea.
No puedo decir
que soy feliz siempre,
pero sí que en momentos
he logrado sentirme plena
y esos momentos
son los que me hacen levantarme
tras las dificultades,
tras esos segmentos de infelicidad
que también son imprescindibles,
tanto como lo bello de la vida.
Hoy aprendí
que ser fuerte se aprende
y se logra solo
cuando te das la oportunidad de serlo,
cuando te comprometes contigo mismo
a recomenzar, a olvidar,
a intentar o dejar de hacerlo,
cuando por fin has decidido ser feliz.
Nutria es Amor