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LOS PEQUEÑOS OLVIDOS
Los pequeños olvidos que comenzamos a padecer después
de determinada edad y que nos llegan a afectar nuestra vida pero y nos producen
ansiedad.
Con terror, pensamos que el cerebro empieza a convertirse
en gelatina y nos preocupa quedar como la Tía Anastasia,
que no puede acordarse de lo qué hizo ayer o esta misma
mañana.
Si esto te suena familiar, no te preocupes, hay esperanza Existen muchos mitos en los que las personas
equivocadamente relacionamos laedad con la falta de memoria.
Los neurocientíficos han comprobado que no
necesariamente tiene que ser así,que las células se regeneran en el cerebro de los adultos y
que, alcontrario de lo que se pensaba, la pérdida de memoria no se
debe a la edado a que las neuronas se mueran, sino a la reducción en
número y complejidadde las dendritas (ramas de las neuronas) que, a través de la
sinapsis, reciben y procesan la información de otras células
nerviosas.
Esto sucede por una sencilla razón: falta de uso.
Es muy sencillo así como se atrofia unmúsculo sin uso, las dendritas también se atrofian si no se
conectan con frecuencia, y la habilidad del cerebro para
procesar nueva información se reduce.
Es cierto, el ejercicio ayuda mucho a alertar la mente;
también hay vitaminas y medicinas que aumentan la
transmisión sináptica y fortalecen la memoria, sin embargo,
nada como hacer que nuestro cerebro fabrique su propio
alimento: las neurotrofinas.
Las neurotrofinas son moléculas queproducen y secretan las células nerviosas, y actúan como
alimento paramantenerse saludables tanto a ellas como a las sinapsis.
Cuanto más activas estén las células del cerebro, mayor
cantidad de neurotrofinas
producen; esto genera más conexiones entre las distintas
áreas del cerebro. ¿Entonces qué debemos hacer? Lo que necesitamos es hacer pilates con las neuronas:
estirarlas, sorprenderlas, sacarlas de su rutina y presentarles
novedades inesperadas y divertidas a través de las
emociones, del olfato, la vista, el tacto, elgusto y el oído.
Además, retarlas con crucigramas, juegos como
rompecabezas o ajedrez, etc. ¿El resultado? El cerebro se vuelve más flexible, más ágil, y
su capacidad de memoria aumenta. Al leer esto, casi seguro probablemente pienses: Yo leo,
trabajo, hago ejercicio y mil cosas más durante el día, así que mi mente debe estar muy estimulada!!! Pero la
verdad es que la vida de la mayoría de nosotros selleva a cabo dentro de una serie de rutinas. Piensa en tu día o semanapromedio.... ¿Qué tan diferente es tu rutina de la mañana, tu
ruta hacia el trabajo, la hora en la que comes o regresas a la
casa? ¿El tiempo que pasas en el auto? ¿El tiempo y los
programas que ves en televisión?
Las actividades rutinarias son inconscientes, hacen que el
cerebro funcione en piloto automático; requieren un
mínimo de energía y las experiencias pasan por las mismas
carreteras neuronales ya formadas tiempo atrás.
No hay producción de neurotrofinas. Algunos ejemplos de ejercicios que expanden
substancialmente las dendritas son:
1. Bañarse con los ojos cerrados. Sólo con el tacto, localiza
las llaves de agua, ajusta la temperatura del agua, busca el
jabón, o el shampoo...Verás cómo tus manos notarán
texturas que nunca antes habías percibido.
2.. Usar la mano no dominante. Come, escribe, abre la pasta
dentífrica, lávate los dientes, abre el cajón con la mano que
más trabajo te cueste usar. Péinate, báñate píntate, aféitate
lava los dientes con tu mano no dominante.
3. Lee en voz alta. Se activan distintos circuitos que los que
usas para leer en silencio.
4. Cambia tus rutas. Toma diferentes rutas para ir al trabajo,
a tu casa. 5. Cambia tus rutinas. Haz cosas diferentes. Fuérzate a salir,
conocer y charlar con personas de diferentes edades,
trabajos e ideologías. Experimenta lo inesperado. Usa las
escaleras en lugar del ascensor. Sal al campo, camínalo, huélelo.
6. Cambia las cosas de lugar. Al saber dónde está todo, el
cerebro ya construyó un mapa. Por ejemplo, cambia el lugar
del pote de la basura; verás la cantidad de veces que tirarás
el papel al viejo lugar.
7. Aprende algo nuevo. Cualquier cosa puede servir, aprende
fotografía, cocina, yoga, estudia un nuevo idioma. Si te
gusta, arma rompecabezas, tápate un ojo para que pierdas la
percepción de la profundidad, por lo que el cerebro tendrá que confiar en otras vías. 8. Identifica las monedas. Pon en tu coche una taza con
varias monedas diferentes y tenlas a la mano para que,
mientras estás esperando en el semáforo, con los dedos
trates de identificar la denominación de cada una.
9.- Cambia el Mouse de la computadora al lado contrario de
donde lo usas comúnmente. ¿Por qué no abrir la mente y
probar estos ejercicios tan sencillos que, de acuerdo a los
estudios de Neurobiología del Duke University Medical
Center, amplían nuestra memoria?Y si tenemos suerte y
funcionan, nunca más volveremos a preguntarnos: ¿Dónde
dejé las llaves? ó ¿Dónde dejé los lentes?
Interesante verdad ?